Manuel en Sables

Manuel Soto, Manolito para el equipo, es un chico sevillano de 16 curtidos años recién cumplidos, es bético hasta la médula y digo curtidos porque la vida le ha deparado un camino diferente al de otros chicos de su edad. Manolito ha superado en dos ocasiones un Linfoma de Hodgkin y ha llevado desde los 12 años su lucha particular contra el cáncer y lo ha vencido. Ha tenido a su lado a Manuel Soto, padre, una persona con un instinto de superación y una voluntad inquebrantable. A mi amigo Manuel, padre, lo conocí en la Maratón des Sables de 2012, una de las pruebas de ultrafondo más duras del mundo, y entre las dunas de Merzougha hice más que un amigo, encontré un hermano. Así nos llamamos aquellos que compartimos la superación, el esfuerzo y la voluntad de terminar pruebas deportivas de ultrafondo, “Hermanos del desierto”.

Aquella maratón, la arena del desierto y los siete días de convivencia nos cambio la vida a todos los que compartimos haima. Han pasado los años y nos queda la marca inolvidable de vivir una experiencia vital que normalmente en nuestras rutinarias vidas no podemos ni apreciar los valores humanos y comprobar como nuestros instintos de superación y supervivencia nos une más que nos separa, cuestión que el actual sistema de la sociedad esta pensado para separarnos y así estar cada vez más solos. Desde aquella experiencia vital aprecio más las cosas que de verdad importan en esta vida, la familia, los amigos, los seres queridos y las pequeñas cosas insignificantes que pasan por delante nuestra y que no saboreamos. Aprendí que los más importante en la vida es llegar a ser mayor y estar orgulloso de lo que has hecho con tu vida.

Hace un año recibí la llamada telefónica de mi hermano Manolo, padre, para comunicarme que su hijo quería ir a Maratón des Sables. Todo el mundo rechazaba la idea, era una locura, un chico que acababa de pasar por tratamientos de quimioterapia quería llevarlo a la prueba más extrema y exigente del mundo. Sin embargo, lo teníamos claro, Manolito tenia que ir y vivir esa experiencia vital y enseñarnos a todos que nada es imposible en esta vida.

Manolito participará el próximo 8 de abril en la 31ª edición de Maratón des Sables, con sus 16 años de edad va a darnos una lección a todos de superación, de voluntad y de esfuerzo, va a utilizar la herramienta del deporte extremo para enseñarles a sus amigos de la planta oncológica infantil del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla que de aquellas habitaciones se puede salir, curarse, y si quieren y lo sueñan participar en la prueba más dura del mundo. En definitiva les dará fe y esperanza para luchar contra esa terrible enfermedad. Nada es imposible si lo deseas y luchas por ello.

Manolito esta preparado y listo para afrontar este reto y no importa cual sea su papel en esta prueba, ya ha ganado más que el primer clasificado, ya ha llegado a meta antes de empezar. Por mi parte solo tengo una pena y es la de no poder acompañarlos, la falta de patrocinio y de preparación física me lo impide, pero desde aquí quiero decirle que cuando en la salida de la primera etapa suene a toda caña el “HIghway to Hell” de ACDC, sienta los cientos de pequeños latidos de aquellos que están en las plantas oncológicas y que será un espejo en el que se miraran para vencer al cáncer enseñándoles el camino del infierno hacia el cielo.